La enfermedad de Hashimoto, también llamado tiroiditis linfocítica crónica es uno de los trastornos tiroideos más comunes que puede causar problemas extremadamente graves si no se trata a tiempo. Es un trastorno autoinmune que a veces se presenta por el ataque de las bacterias y virus al sistema inmune. Dado que no existe un síntoma típico del Hashimoto, el diagnóstico de la enfermedad es bastante difícil y se puede confundir con otras enfermedades. Pueden manifestarse varios signos como aumento de peso de forma muy rápida y sin razón aparente, depresión, renuencia sexual, pérdida de cabello o dolores musculares. El grupo de riesgo no está definido exactamente y pueden sufrirlo tanto las mujeres de edad mediana, como menores de edad y jóvenes. En el tratamiento del Hashimoto se prescriben medicamentos que imitan la secreción de la hormona tiroidea, aunque se puede necesitar cirugía para mejorar los síntomas de la enfermedad. Una nutrición regular y equilibrada, ejercicios y una vida sin estrés son imprescindibles para mejorar los síntomas y las complicaciones de la enfermedad.
Tabla de contenido
¿Qué es la enfermedad de Hashimoto?
La enfermedad de Hashimoto es un trastorno autoinmune grave que puede provocar hipotiroidismo o causar menos secreción de la glándula tiroides. Al igual que otros trastornos autoinmunes, el sistema inmune ataca accidentalmente a las células sanas. La enfermedad fue descrita por primera vez en 1912 por el científico japonés Akira Hashimoto. Esta enfermedad es una de las causas más importantes del hipotiroidismo en los países desarrollados. La proporción del hipotiroidismo desarrollado por el Hashimoto es de un 90%.
En el cuerpo de los pacientes se produce abundante cantidad de anti TPO para destruir la glándula tiroides. Como resultado la glándula tiroides disminuye su tamaño y se multiplican las células inflamatorias en la glándula tiroides. En el desarrollo de la enfermedad, el paciente puede tener insuficiencia tiroidea.
Síntomas de la enfermedad de Hashimoto
- Depresión y ansiedad,
- Aumento de peso sin razón aparente,
- Apnea del sueño,
- Síndrome del túnel carpiano,
- Olvido, dificultades para concentrarse en el trabajo,
- Fatiga, dificultades para respirar,
- Algunos problemas digestivos como estreñimiento e hinchazón,
- Dolor y sensibilidad muscular,
- Rigidez e hinchazón en las articulaciones,
- Cambios en la textura de pelo, pérdida de pelo y adelgazamiento del pelo,
- Hinchazón en los ojos y en la cara,
- Piel seca y agrietada,
- Micción frecuente y sed excesiva,
- Disfunciones sexuales como reticencia sexual,
- Enfermedades como la gripe y los resfriados debido a la debilidad del sistema inmunitario,
- Irregularidades menstruales como no tener la menstruación o cambios en la recurrencia.
Los síntomas de la enfermedad son similares a los síntomas de muchas otras enfermedades. Por lo tanto en ocasiones los médicos pueden diagnosticar erróneamente de acuerdo con estos síntomas.
Causas de la enfermedad de Hashimoto
La glándula tiroides es una glándula endocrina situada debajo del cuello con forma de mariposa. La función de la glándula tiroides es la secreción de hormonas tiroideas que se introduce en la sangre y se transporta a todos los tejidos en el cuerpo. La función de esta hormona es abastecer de energía al cuerpo, el calentamiento del cuerpo y permitir al corazón, al cerebro, a los músculos y otros órganos funcionar adecuadamente.
La enfermedad de Hashimoto es un trastorno autoinmune en el que el sistema inmunitario produce anticuerpos que dañan la glándula tiroides. Hoy en día todavía no se ha determinado la causa del ataque, aunque algunos científicos creen que un virus o una bacteria puede provocarlo, mientras otros creen que puede ser el caso de un defecto genético. La combinación de algunos factores como la herencia, el sexo y la edad pueden desencadenar la aparición de la enfermedad.
Factores de riesgo en la enfermedad de Hashimoto
- La presencia de las enfermedades autoinmunes tales como la hepatitis autoinmune, enfermedad de Addison, enfermedad celíaca, lupus, anemia perniciosa, artritis reumatoide, vitíligo, diabetes tipo 1,
- Las mujeres tienen 8 veces más riesgo que los hombres,
- Tener el Hashimoto en el historial de salud familiar,
- Estar embarazada,
- Fumar.
El diagnóstico de la enfermedad de Hashimoto
Durante la fase en que se debe diagnosticar la enfermedad le harán preguntas sobre su historial médico, los síntomas que se manifiestan y se realizará un análisis de sangre. En la fase temprana los niveles de hormona tiroidea generalmente son normales. Sin embargo en la progresión de la enfermedad los valores de TSH (hormona estimulante de la tiroides) disminuyen. Por esta razón se debe tener los valores de TSH en la sangre bajo control. El alto nivel de TSH generalmente indica hipotiroidismo. Por otra parte se puede analizar la presencia de anticuerpos antitiroideos conocidos como TPO.
Por lo general un análisis de sangre es suficiente para el diagnóstico de la enfermedad. En el caso de que se detecte que la sangre no contiene TPO se puede necesitar una ecografía de los tiroides también para analizar la condición. La presencia de nódulos tiroideos en la glándula tiroides y el tamaño de la tiroides pueden ayudar a diagnosticar la enfermedad. Se puede confirmar la presencia de hipotiroidismo mediante IRM cerebral.
Cáncer de Hashimoto
La enfermedad de Hashimoto aumenta el riesgo de cáncer de tiroides (linfoma tiroideo). Si se presenta una masa en el área de la garganta, debe consultar al médico sin perder tiempo.
Hashimoto y tiroides
La enfermedad de Hashimoto es una afección de la glándula tiroides que se puede confundir con el bocio, el hipertiroidismo y otros trastornos de la glándula tiroides. Cuando la enfermedad de Hashimoto progresa, puede provocar hipotiroidismo y la enfermedad de Addison, que son otros problemas de la glándula tiroides.
La enfermedad de Hashimoto durante el embarazo
El desarrollo de hipotiroidismo debido a Hashimoto durante el embarazo puede causar la desaceleración del desarrollo en la función mental del bebé. Las mujeres que se estén planteando la maternidad deben ser examinadas para comprobar el correcto funcionamiento de la glándula tiroides antes de quedarse embarazadas.
El bebé puede nacer saludable mediante uso de la hormona tiroidea durante el embarazo. Al mismo tiempo, las candidatas a ser madres que sufran de Hashimoto deben consumir suficiente yodo durante el embarazo.
Tratamiento de la enfermedad Hashimoto
El tratamiento de la enfermedad Hashimoto puede ser bastante complicado. Junto con el uso de medicamentos también tendrá que hacer ejercicios regularmente, mantener una dieta equilibrada y hacer cambios en el estilo de vida.
Medicamentos contra la enfermedad de Hashimoto
Si el nivel de hormona tiroidea es normal según las pruebas, el médico puede seguir el curso de la enfermedad sin medicamentos. En presencia de hipotiroidismo se deben usar fármacos contra el Hashimoto como levoxyl ó synthroid, que contienen levotiroxina que es conocida como hormona tiroidea. Estos medicamentos generalmente son en forma de pastillas y se debe tomar por las mañanas. Estos fármacos llamados hormonas tiroideas sintéticas imitan el funcionamiento de la glándula tiroides, aunque no evitan que el sistema inmune se ataque a sí mismo. Por esta razón es posible que tenga que estar tomándolo a lo largo de toda la vida.
Después de 6 a 8 semanas de comenzar el tratamiento con medicamentos se necesitará hacer análisis de sangre nuevamente. Con esta prueba se determina la dosis adecuada para el paciente. Se debe repetir los análisis de sangre periódicamente, cada 6 meses o una vez al año. Por otra parte, no se debe dejar de tomar los medicamentos sin consultar al médico.
Cuando el tratamiento con medicamentos no es suficiente, se puede requerir la intervención quirúrgica. Un paciente de la enfermedad de Hashimoto debe prestar atención en hacer ejercicios regularmente, consumir alimentos que ayuden al funcionamiento de tiroides y consumir suficiente yodo.
El Hashimoto y la nutrición, la dieta contra la enfermedad de Hashimoto
- Consuma nutrientes digestivos que fortalezcan el sistema inmune,
- Evite los alimentos que contienen gluten. Descartar los cereales de la dieta tiene un papel importante en combatir el hipotiroidismo y la enfermedad de Hashimoto,
- Use productos lácteos pasteurizados y homogeneizados,
- Limite el consumo de alimentos industriales. No consuma alimentos ni procesados ni refinados,
- Alimentos azucarados no son recomendable porque pueden causar inflamación en el intestino,
- Consuma alimentos que mejoren la tiroides
- Consuma suficiente verdura y fruta,
- Aumente el consumo de productos que ayuden a mejorar la digestión y el sistema inmune como caldos y carne orgánica,
- Consuma alimentos ricos en probióticos como el kéfir, encurtido de col, leche y yogur de cabra orgánica,
- Consuma alimentos que contienen fibra por sus contenidos ricos en antioxidantes, vitaminas y minerales,
- Consuma mucho pescado que es una fuente rica en ácidos grasos omega-3,
- Comidas estofadas y sopas con caldo de carne son fuentes ricas en magnesio y fósforo que ayudan a mejorar las funciones del intestino.
Use suplementos para el cuidado de la tiroides
- Use suplementos ricos en selenio para ayudar a regular las hormonas T3 y T4 y prevenir la enfermedad de Hashimoto durante el embarazo,
- En caso de deficiencia de Vitamina D tome capsulas de vitamina D y tome suficiente sol,
- La deficiencia de B12 es un problema común en los pacientes de la enfermedad de Hashimoto. Los suplementos de B12 le ayudarán a mejorarlo.
Debe controlar el consumo de yodo
- El consumo de alimentos ricos en yodo como las algas marinas puede empeorar las tiroides,
- Durante el embarazo la necesidad de iodo aumenta. Sin embargo el consumo excesivo de yodo puede provocar el bocio en el bebé. Así que debe consultar con el médico la cantidad de yodo que debe tomar.
Tratamiento herbal contra el Hashimoto
Aceite de coco
Se puede usar aceite de coco que es un analgésico importante y un agente antiinflamatorio. Se usa el aceite de coco a menudo en el tratamiento de enfermedades autoinmunes por su característica que fortalece el sistema inmunitario y para combatir las bacterias. Se puede consumir de 2 a 3 cucharadas de aceite de coco sólido al día. También se puede masajear la zona del cuello 2 ó 3 veces al día con aceite de coco tibio.
Cura del amor del hortelano (Galium aparine)
Hierva una pizca de amor del hortelano en una taza de agua fresca y sin cloro durante 5 minutos y déjelo reposar hasta que se enfrié, cuélelo. Haga gárgaras con una parte pequeña y tome el resto como infusión. Repítalo una vez al día durante un mes.
Infusión de semillas de cardo
Se puede aprovechar la infusión de semillas de cardo en la enfermedad de Hashimoto e hipotiroidismo por su característica que elimina las toxinas del cuerpo. Para preparar la infusión, machaque una cucharada de semillas de cardo, añádalos a un vaso de agua hervida y déjelo reposar durante 5 minutos. Cuélelo y bébalo. Se pueden consumir 3 tazas por día.
¿Qué pasa si la enfermedad de Hashimoto no es tratada?
Cuando no se trata la enfermedad de Hashimoto con el tiempo puede causar insuficiencia ovárica, defectos de nacimiento en el bebé, trastornos de la tiroides como Addison y Graves, diabetes tipo 2, colesterol alto, trastornos cardíacos, complicaciones mentales como la depresión, daños neurológicos, problemas en el riñón y el cerebro, infecciones o similar. Por esta razón si uno tiene por lo menos uno de los síntomas descritos debe consultar al médico inmediatamente.
¿La enfermedad de Hashimoto puede llevar a la muerte?
Hashimoto no es una enfermedad que lleve a la muerte directamente. Sin embargo cuando no se trata las complicaciones como problemas cardíacos, renales y cerebrales pueden causar la muerte.
Sugerencias para pacientes de la enfermedad de Hashimoto
- Use los medicamentos regularmente y no los retire sin consultar con el médico,
- Es una enfermedad importante. Evite el consumo de nutrientes que puedan empeorar la tiroides,
- Evite el tabaquismo,
- Evite el estrés cuanto sea posible para mantener el sistema inmune fuerte. Las clases de yoga y meditación pueden ayudarle a reducir el estrés,
- La enfermedad puede provocar depresión. En el caso de ser necesario solicite ayuda de un psiquiatra,
- Haga ejercicios regularmente. Camine durante al menos 30 minutos al día,
- Mantengase animado.