El síndrome de piernas inquietas (SPI) es un trastorno neurológico más común que afecta tanto hombres como mujeres. A menudo, se confunde con otras enfermedades y esto puede retrasar el diagnóstico y el tratamiento de la enfermedad. Los síntomas típicos son la sensación de hormigueo e inquietud, especialmente de noche. Este trastorno afecta alrededor del 10% de la población en los países europeos. Aunque se desconoce la causa exacta, a veces puede asociarse a otras enfermedades. El síndrome de las piernas inquietas es más frecuente en las mujeres que hombres. Las personas mayores tienen más riesgo de padecer este trastorno que los jóvenes. La enfermedad no tiene un tratamiento definitivo, se recetan medicamentos que generalmente alivian los síntomas. Los síntomas se pueden mejorar con algunos ejercicios.
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¿Qué es el síndrome de piernas inquietas?
El síndrome de piernas inquietas es una afección que causa un impulso incontrolable de mover las piernas debido a una sensación incómoda y desagradable. Este trastorno es conocido también como enfermedad de Willis-Ekbom, puede desencadenar cuando se está sentada, descansando o durmiendo por la noche. El movimiento de las piernas alivia temporalmente la sensación desagradable.
El síndrome de piernas inquietas afecta a personas de cualquier edad y empeora conforme aumenta la edad. El síndrome de las piernas inquietas puede alterar el sueño y deteriorar seriamente su calidad de vida. Los movimientos involuntarios causados por el síndrome se denominan movimientos periódicos de las piernas (PLMD por sus siglas en inglés). Según sus posibles causas hay dos tipos. SPI primario y secundario.
El origen del SPI primario se desconoce. El SPI secundario se asocia a la deficiencia de hierro, la insuficiencia renal crónica o al embarazo. El SPI primario puede presentarse en edad temprana y los síntomas suelen ser leves. Sin embargo, la severidad del trastorno aumenta con la edad y hace que el diagnóstico sea tardío.
Causas del síndrome de piernas inquietas
- El desequilibrio de la dopamina en el cerebro hace que el cerebro no envíe mensajes para controlar los movimientos musculares.
- Si el síndrome de piernas inquietas comienza antes de los 40 años, generalmente es genético.
- Los síntomas pueden aparecer en el último trimestre del embarazo en las embarazadas. Sin embargo, generalmente desaparecen después del parto.
- Insuficiencia renal acompañada de anemia y deficiencia de hierro.
- Neuropatía periférica que causa daños a los nervios de las manos y los pies. Las personas que padecen la diabetes y el alcoholismo corren un alto riesgo de desarrollar la enfermedad.
- Deficiencia de hierro.
- Lesiones de la médula espinal o formación de bloqueo espinal
- Uso regular de medicamentos antidepresivos como sertralina, fluoxetina y medicamentos antipsicóticos como haloperidol.
Consumo de alcohol, cafeína y nicotina, deficiencia de vitaminas, trastornos hormonales, trastornos del sistema nervioso tales como Alzheimer y Parkinson, daño a los nervios y hemodiálisis; son los factores de riesgo del síndrome de piernas inquietas. El diagnóstico correcto y la detección de la causa de la enfermedad son extremadamente importantes para obtener el resultado deseado del tratamiento.
Síntomas del síndrome de piernas inquietas
- Movimiento impulsivo de las piernas
- Inicio de los síntomas con el reposo o al permanecer sentado o acostado.
- Alivio con el movimiento (estirar, sacudir las piernas o caminar)
- Espasmos en las piernas especialmente por la noche.
- Sensación de cosquilleo, hormigueo, tirones, dolor, calor, frio picazón, electricidad.
Los síntomas generalmente son leves, aunque en algunas personas pueden ser muy severos y pueden afectar seriamente la calidad de vida de la persona. Los síntomas como dolor y hormigueo en las piernas a veces se pueden presentar incluso en los brazos. Especialmente en las primeras etapas de la enfermedad, la mayoría de los síntomas aparecen de día.
Sin embargo, en etapas avanzadas empeoran por la tarde o noche. Los movimientos involuntarios y periódicos de las extremidades pueden despertar la persona del sueño y es frecuente que los síntomas varíen en intensidad. A veces, los síntomas se agravan y a veces desaparecen por un tiempo y luego regresan.
Los pacientes no describen la afección como calambres musculares o entumecimiento. Sin embargo, la describan como un deseo incontrolable de mover las piernas.
Si padece uno o más de los síntomas anteriores, es importante que acuda a un especialista. Un diagnóstico a tiempo permitirá un tratamiento adecuado desde el primer momento, de lo contrario pueden devenir en depresión u otras complicaciones.
Diagnóstico del síndrome de piernas inquietas
El médico le hará preguntas sobre su historial de salud y los síntomas para el diagnóstico. Si el médico determina que padece del síndrome de piernas inquietas, realizara una exploración física y neurológica.
Puede pedirle análisis de sangre, particularmente para detectar deficiencia de hierro, con el fin de descartar otras causas posibles de los síntomas. Si es necesario un especialista del sueño puede determinar si tiene algún trastorno de sueño como la apnea del sueño. Se pueden necesitar pruebas de laboratorio o neurológicas para el diagnóstico de RLS secundario.
Prueba L-Dopa
Su médico puede realizar la prueba de L-Dopa para confirmar el diagnóstico. Para el tratamiento del síndrome de piernas inquietas se administra al paciente una dosis única de 100 mg de un agente dopaminérgico. La mejoría en los síntomas demuestra la existencia de al menos el 50% del síndrome de piernas inquietas.
Tratamiento del síndrome de piernas inquietas
No existe un tratamiento definitivo. Sin embargo, el uso regular de medicamentos, ejercicios periódicos de piernas, algunos cambios en el estilo de vida pueden ayudarle a hacerle frente a la afección y controlar los síntomas. Los síntomas se disminuyen significativamente al tratar la causa subyacente, a menudo es la deficiencia de hierro.
Algunos medicamentos utilizados en el tratamiento del síndrome de piernas inquietas son: 1- Opioides como Oxycontin, Roxicodone, Norco, Vicodin. 2- Relajantes musculares como Benzodiazina. 3- Medicamentos que afectan los canales de calcio como Neurontin, Horizant, Lyrica. 4- Medicamentos que aumentan el nivel de dopamina tales como Requip, Neupro Mirapex.
Algunos medicamentos antidepresivos y antipsicóticos pueden empeorar los síntomas. Por lo tanto, no debe olvidar informar a su médico correctamente sobre todos los medicamentos recetados y de venta libre que use. La mayoría de los medicamentos recetados para el tratamiento del síndrome de las piernas inquietas no se recomiendan durante el embarazo. Debe usar sus medicamentos bajo la supervisión y el control de su médico.
Ejercicios para el síndrome de piernas inquietas
En algunos casos, cuando la medicación es insuficiente, su médico puede recomendarle que haga algunos ejercicios de piernas todos los días. Hacer ejercicio moderado y regular como dar unos paseos, yoga, pilates y natación puede aliviar los síntomas, pero el exceso de ejercicios puede intensificarlos
Estiramiento de las pantorrillas
Coloque sus manos sobre la pared a la altura del pecho. Dobla ligeramente la rodilla derecha y estira el pie izquierdo unos pasos hacia atrás para presionar con firmeza el talón de la pierna trasera en el suelo. Mantén esta posición durante 30 segundos y repite con la otra pierna.
Estiramiento frontal apretado
Sujetaremos la parte posterior de un pie con la mano, tirando de él lentamente hacia las nalgas.
Estiramiento de flexor de la cadera
Coloque el respaldo de una silla en la pared. Primero levante el pie izquierdo y apóyese en la silla girando la rodilla. Intente empujar la pelvis ligeramente hacia adelante tratando de no mover la médula espinal. Mantenga presionado por 30 segundos. Repite el movimiento con la otra pierna.
Terapia del síndrome de piernas inquietas
La enfermedad puede hacer que desarrolles problemas psicológicos como depresión y ansiedad en el futuro. Debido a su enfermedad, puede sentirse infeliz y cansado. En este caso, puede obtener ayuda de un terapeuta, recordar que no está solo y aprender a combatir su enfermedad.
¿Qué médico trata el síndrome de piernas inquietas?
El síndrome de piernas inquietas es un trastorno del sistema nervioso. Puede consultar al departamento de neurología para el diagnóstico de la enfermedad.
¿Qué sucede si no se trata el síndrome de las piernas inquietas?
Si la enfermedad no se trata generalmente no causa complicaciones graves. Sin embargo, puede interferir en el sueño, provocar somnolencia y afectar su calidad de vida. Incluso puede provocar trastornos mentales como la depresión.
La calidad de vida de una persona puede verse gravemente afectada debido al cansancio, la disminución del rendimiento escolar, laboral, la falta de concentración y el deterioro de la memoria.
Recomendaciones para el síndrome de piernas inquietas
Para controlar esta enfermedad, es importante mantener un horario de sueño regular. Intentar dormir en una habitación tranquila, oscura, bien ventilada y no demasiado caliente por lo menos 7 horas al día. Procurar a acostarse y levantarse a la misma hora todos los días. Evitar los productos que contienen cafeína, entre ellos, el chocolate y las bebidas con cafeína, como el café, el té y los refrescos.
Puede ayudar a aliviar los síntomas del síndrome de las piernas inquietas tomando las siguientes medidas:
- Dejar de consumir alcohol y fumar.
- Evitar el consumo excesivo de bebidas que contengan cafeína, como el té y el café.
- Aplicar compresas frías o calientes a sus piernas.
- Evitar trabajar demasiado tarde.
- Masajear tus piernas en un baño tibio.
- Tratamientos alternativos como la acupuntura o la homeopatía.
- Si está trabajando sentado, tomar descansos frecuentes.
- No intentar reprimir la necesidad de moverse, es posible los síntomas empeoren.
- Comenzar y terminar el día con ejercicios de estiramiento o con un masaje suave.
- Informar a su familia, a sus colegas, incluso a su jefe, sobre su enfermedad. De esta manera, puedes hacer que te entiendan mejor.
- Ponerse en contacto con personas que padecen síndrome de las piernas inquietas. Busque ayuda.
- Si su enfermedad es causada por deficiencia de hierro, consumir alimentos que contengan hierro.